¿Te ha pasado esto?
Estás atrapado en un pensamiento.
Algo te molesta, te frustra, te inquieta.
Puede ser un comentario en el trabajo, un error que crees que hiciste, o simplemente un pendiente en tu lista.
Y tu mente…no suelta.
Lo revives. Lo sobrepiensas. Le das vueltas.
Estás hundido en ese pensamiento.
¿Qué pasaría si en vez de hundirte, te pudieras elevar?
¿Qué pasaría si pudieras verte a ti mismo desde el techo…desde el cielo…desde el espacio?
La práctica de la Vista Desde Arriba propone justamente eso:
Elevar la mirada hasta que lo urgente se vuelve pequeño.
Hasta que recuerdas lo esencial.
Hace poco la probé como parte de una meditación guiada.
Esto fue lo que descubrí: