Era una noche como cualquier otra. Plutarco se sentó en el sofá, listo para ver por milésima vez la película favorita de su hija de 7 años. Pero algo cambió. "Papá, ya no quiero ver esa película. Es para niños pequeños", dijo ella. En ese momento, una parte de Plutarco murió.
¿Alguna vez has sentido que una parte de ti ha muerto? No hablo de la muerte fí…