Llega un momento en la vida del león en el que ya no puede cazar ni protegerse. Sus rugidos fuertes poco a poco se apagan mientras las hienas lo rodean, esperando el momento de atacar. La vida no le permite siquiera un final tranquilo.
La vida es corta, y lo que le pasa al león nos pasa a nosotros los humanos.
No siempre seremos jóvenes.
No siempre seremos…